PARA QUE OBEDECER
En esta época en que nos ha tocado vivir, es necesario más
que nunca, cuestionarnos sobre el verdadero sentido de la palabra obedecer: la
cual nos debe indicar que hay que acatar una orden, proveniente de una persona
o entidad social que tiene autoridad sobre nosotros, y obedecer.
“Quien obedece no se equivoca” máxima que está relacionada
con la obediencia que le debemos a Cristo, que también la podemos aplicar a
toda persona o entidad que tenga autoridad sobre nosotros o la sociedad;
siempre en cuando actué conforme a valores éticos y morales inspirados en el
evangelio y el bien común. Valores y principios de los que adolece gran parte
de nuestra sociedad.
Porque siempre tiene que haber sanciones para los infractores
de las normas, ya no sabemos obedecer, tristemente demostrado en los miles de
comparendos que las autoridades, han tenido que realizar a las personas que han
infringido la norma de quedarse en casa, sin tener ninguna justificación.
Es claramente la falta de educación en cuanto al cumplimiento
de la norma, que es útil y necesaria para el bien personal y social. La cual se
dejó de enseñar. Empezando por la familia, la escuela y la sociedad.
En la familia pasamos de obedecer a los padres, tan pronto
estos, nos daban una orden; a que ellos tengan que pedirles favores a los hijos
e incluso rogarles para que cumplan una orden de convivencia familiar; “por
favor no le pegue a su hermanita que a ella de duele.”
Lo que no aprendimos en la familia menos lo vamos a aprender
y a aplicar en la sociedad, de allí la necesidad de los comparendos y las
sanciones, porque no asumimos la norma como útil para el bien personal y
social. Qué bueno que esta cuarentena nos sirva para al menos aprender a
obedecer por nuestro bien y el de la sociedad.
GUSTAVONAR
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