EDUCAR CON EL EJEMPLO

muchas veces nos preguntamos sobre la manera más apropiada de instruir a nuestros hijos.

En la formación de los críos es necesario mostrarles con el ejemplo la manera como estos se deben comportar, es la forma mas eficaz para enseñar conductas, valores, virtudes o formas de relacionarse con el entorno, a nuestros hijos. Hay que tener en cuenta que es un proceso a largo plazo, ya que los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero esta forma de enseñar al fin dará excelentes resultados.

Si les enseñamos el valor de la honestidad, es necesario que nosotros los adultos, vivamos a plenitud este valor; para que ellos lo puedan asimilar. No es posible que le digamos al niñ@, que no se deben decir mentiras, pero cuando llega un cobrador a la casa se le dice: que salga y diga a este señor, que la mamá no está; le estamos enseñando que hay ocasiones en las cuales se pueden decir mentiras y por lo tanto lo estamos confundiendo y el niño le será difícil asumir este valor para su vida.

Hay que tener presente que el niñ@, desde el seno materno está aprendiendo de su entorno y mas aún desde su nacimiento, ellos son como una grabadora, que va tomando nota de todo lo que ven y perciben en su nucleo familiar, es necesario que debes en cuando, reflexionemos sobre nuestra forma de encarar los problemas y dificultades de la vida cotidiana; ya que los niños están observando todas nuestra reacciones, positivas y negativas y las están introyectando y mas adelante estas, van a formar parte de su comportamiento con los demás miembros de la familia y en la sociedad.

Los niñ@s imitan los comportamientos de los mayores, por eso delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y como se dice, no sea que en lugar de educarlos en valores éticos, morales y culturales, sean anti valores lo que estén recibiendo de su entorno familiar.

Es necesario por tanto tener muy claro los valores, virtudes y formas de comportamientos éticos que queremos que nuestros hijos aprendan; y preguntarnos si, los podemos hacer vida en nosotros; ya que esto es necesario, si queremos que, en la vida diaria nuestros hijos los puedan vivenciar con nuestra conducta; y así confrontarlos, para luego hacerlos parte de su comportamiento ético y relacional, en el entorno familiar o social en que les corresponda relacionarse con los demás.

GUSTAVONAR

Gustavonar1@hotmail.com

1 Response
  1. Gustavo, me encanta leer todas tus notas, en ellas entregas esperanza, ánimas, motivas y brindas un estela de luz que guía por este valle de piedras que a veces nos dej tirados en medio del camino.
    No te olvido.
    Saludos a todos, a tu familia y pra tí un abrazo de agradecimiento.
    Laura Margarita.


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