AMADA MÍA


AMADA MÍA

Amada mía que hermosa efigie tienes

cual tierna rosa y estrella refulgente

en  el jardín das tinte al amanecer

calor y luz al lúgubre atardecer.


Bañas de gozo el crepúsculo otoñal

y al calinoso anochecer de esperanza

cual suave brisa en la mañana regresas

tu existencia la refresca y acompaña.


Al trino de tu risa las aves cantan

brotan gardenias hermosas en el campo

en melodiosa y deslumbrante armonía

derrites hasta el iceberg  con tu canto.

GUSTAVONAR